Qué es el Sistema de recompensa y cómo afecta en Inbound Marketing
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Qué es el Sistema de recompensa y por qué debemos activarlo
El sistema de recompensa es un conjunto de estructuras cerebrales conectadas por circuitos neuronales activados por la presencia de determinados neurotransmisores. Entre algunos mecanismos implicados encontramos por un lado el sistema límbico, que es el principal director de las emociones y los comportamientos más primarios del ser humano (como el miedo, la felicidad o la rabia). Por otro lado, están diferentes partes de la corteza cerebral más especializadas en las funciones cognitivas elevadas.
Todas estas estructuras se activan ante una expectativa, al presentarse un beneficio potencial o cuando realizamos aquellas actividades que hacen que nos sintamos bien. Incluso, podemos considerar como una recompensa todo aquello que nos genera interés y un comportamiento de acercamiento o consumo. Además, no sólo interviene la expectativa de ese potencial beneficio, sino también la cuantía de dicho beneficio.
Cuando logramos activar este sistema de recompensa, nos sentimos motivados, positivos, buscamos la novedad e incluso el riesgo. Pero mientras que un alto grado de activación genera optimismo, sensación de seguridad y confianza, un bajo grado de activación desencadena una serie de reacciones negativas como apatía o pereza.
¿Vas pillando ya por dónde voy? Seguro que tú mismo has llegado a la misma conclusión. Y es que un contenido útil, relevante y de valor para el usuario en tu sitio web puede conseguir activar su sistema de recompensa. Y, a consecuencia de ello, que éste adopte un comportamiento muy favorable hacia la marca que ha cumplido sus expectativas satisfactoriamente.
Activa al usuario con Inbound
Esto se traducirá en un mayor número de conversiones de leads, en un aumento de la confianza de nuestros prospectos, en una mayor difusión del contenido y en un incremento de la notoriedad, y posicionamiento. Finalmente, con una perspectiva a medio – largo plazo, se registrará un incremento de las compras y de la fidelización de nuestros embajadores.
Pero ¡ojo!, que no solo importa el valor de ese contenido que encuentra el usuario. El sistema de recompensa también tiene en cuenta el tiempo que transcurre en recibir esa recompensa. En resumen: ten en cuenta que cuanto mayor sea la recompensa y menos el tiempo de espera conseguiremos mayor activación.
Por todo esto, parece imprescindible una estrategia de Inbound Marketing bien desarrollada con un Brand Content de calidad si queremos ofrecerle al usuario la experiencia deseada en nuestro sitio web. Ofrecerle justo lo que necesita en el momento oportuno en el lugar indicado es la clave de la metodología Inbound. Y lo que a su vez, nos permitirá activar el sistema de recompensa de nuestros visitantes, leads y potenciales clientes.
Tu amiga la dopamina
Este transmisor será tu mejor aliado a la hora de conseguir la activación. Se expande por todos nuestros circuitos cerebrales cuando experimentamos sensaciones placenteras y de relajación. Además, colabora en la regulación de la memoria creando recuerdos y un aprendizaje positivo, lo que aumentará el recuerdo y contribuirá a la repetición de la experiencia. Por lo que, si tu estrategia Inbound es eficaz y satisfactoria para el usuario, provocará todos estos efectos fisiológicos e inconscientes del visitante.
Y si además, el usuario acude a ti en búsqueda de información para cubrir una necesidad básica incrementarán sus niveles de motivación y esfuerzo para ello. Esto es, mayor implicación, mayor tiempo de navegación, mayor interés en el contenido que le ofrezcas y, menor sentido del riesgo en el momento en el que tenga que dar su información para conseguir lo que busca. O por decirlo de otro modo, la conversión se hace más fácil.
Asegúrate de tener un buen CRM que te permita sacar provecho a toda la información que te faciliten tus leads, porque te aseguro que si tu contenido es valorado, no dudarán en darte lo que le pidas.
¡¡No toques la amígdala!!
La estructura encefálica más importante del sistema de aversión a la pérdida es la amígdala. Esta es probablemente una de las partes más primitivas del cerebro y está muy relacionada con la memoria a largo plazo, la memoria y el aprendizaje. Básicamente, la amígdala asocia las experiencias de nuestra vida con las emociones que sentimos cuando las vivimos. De esta forma, es capaz de identificar aquellos estímulos negativos y a elaborar estrategias adecuadas o bien por aprendizaje o bien por condicionamiento.
Activar el sistema de aversión a la pérdida implicaría la emisión de noradrenalina, el neurotransmisor encargado de elevar los niveles de estrés y los niveles de atención. Sin embargo, es muy necesaria, puesto que sin ella seríamos completamente insensibles al riesgo.